Este jueves, a las 21:10, Colón dará el primer paso en su camino por la Primera Nacional enfrentando a Temperley en el Brigadier López. Será el comienzo de una temporada larga y exigente, con 34 fechas que definirán si el Sabalero logra recuperar su lugar en la élite del fútbol argentino o si la frustración vuelve a golpear las puertas del club.
El hincha sabe de ilusiones rotas. En 2023, el sueño de mantenerse en Primera se desmoronó de manera dolorosa, dejando cicatrices difíciles de sanar. El 2024 también quedó atrás dejando muchas lecciones. Fue un año de adaptación a la categoría, de aprender lo dura que es la Primera Nacional y de entender que el ascenso no se logra solo con historia. Pero si hay algo que nunca cambió fue el hincha, que siguió acompañando en cada partido y manteniendo la ilusión intacta.
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Para este nuevo desafío, el plantel se renovó con una combinación de juventud y experiencia. La presencia de jugadores con trayectoria como Marcos Díaz, Guillermo Ortiz y Christian Bernardi será fundamental para guiar a los más chicos, quienes tendrán la oportunidad de demostrar que pueden ser parte de un equipo que busca volver a lo más alto. Emmanuel Gigliotti, con su jerarquía, esperará su momento para ser el hombre gol en las próximas fechas.
Pero la Primera Nacional es un torneo traicionero, donde cada error se paga caro. No habrá margen para desconcentraciones ni internas que debiliten el vestuario. Colón debe ser fuerte desde el primer minuto, porque en esta categoría no hay tiempo para lamentos ni revanchas tardías. El Sabalero tiene que demostrar, desde este debut, que su lugar está en Primera. Pero, sobre todo, debe convencerse de que el camino no permite desvíos.
Porque el verdadero protagonista de este momento no es un jugador ni un dirigente. Es el hincha de Colón, que después de sufrir el descenso, todavía está ahí. Que renovó su abono, que se ilusiona otra vez, que vuelve al estadio con la esperanza de que este año el equipo no le falle. El Sabalero no puede darse el lujo de repetir errores ni de desperdiciar oportunidades. La Primera Nacional no da segundas chances y el club no puede permitirse otro golpe.
Colón debe jugar por su historia, por su escudo, pero sobre todo, por esa gente que nunca lo abandona. Es hora de devolverle el alma al hincha.
