Colón volvió a quedarse sin entrenador. Ariel Pereyra dejó su cargo tras la derrota 3 a 2 frente a Chacarita como visitante, en lo que fue su undécimo partido como técnico del primer equipo. La dirigencia tomó la decisión tras no ver una evolución en lo futbolístico ni en los resultados.
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Pereyra, que había asumido tras la salida de Diego Osella, dirigió un total de 11 partidos en este 2025: ganó 4, empató 2 y perdió 5. Su salida es un nuevo capítulo de inestabilidad en el club, que no encuentra el rumbo en su objetivo de regresar a la Primera División.
Cuatro entrenadores en menos de dos temporadas
La salida de Ariel Pereyra se suma a una lista cada vez más extensa de técnicos que pasaron por Colón desde su descenso a la Primera Nacional. En la temporada 2024 pasaron Iván Delfino, Rodolfo De Paoli y Diego Osella, todos con procesos marcados por la falta de resultados. Ahora, en 2025, Ariel Pereyra fue el primero en dejar su cargo.
La sucesión de entrenadores refleja un problema estructural más profundo que va más allá del banco de suplentes. Colón no logra consolidar un proyecto futbolístico, no tiene una base sólida de juego y las decisiones dirigenciales suelen ser reactivas y poco planificadas.
¿Qué pasa en Colón?
El cambio constante de entrenadores es síntoma de un club que no logra encontrar equilibrio. Desde el armado del plantel hasta la falta de respaldo a los proyectos, Colón vive en una permanente urgencia que le impide construir a largo plazo. La presión del entorno, el deseo de volver rápido a Primera y los errores en el mercado de pases también contribuyen a este panorama.
Mientras la dirigencia define quién será el nuevo entrenador, el equipo deberá afrontar el próximo compromiso con un cuerpo técnico interino, buscando cortar una racha negativa y empezar a levantar cabeza en un torneo que ya le está pasando factura.