Colón volvió a vivir una historia digna de los momentos más desprolijos de su 2025. Cristian García, el volante central que había llegado para cubrir la salida de Alan Forneris a Racing, dejará el club casi sin haber jugado.
El mediocampista arribó a Santa Fe el 1° de junio, de la mano de Andrés Yllana, quien lo había dirigido en Brown de Puerto Madryn y conocía su capacidad de recuperación y quite. García llegaba desde el Real Garcilaso de Perú, donde era titular indiscutido: había disputado todos los partidos de la primera mitad del año. Para rescindir su contrato y regresar al país, el jugador incluso renunció a una parte importante de su vínculo en el exterior.
Un error administrativo y un cúmulo de lesiones
Su historia en Colón empezó torcida desde el primer día. Por un error administrativo, el club olvidó anotarlo a tiempo en la lista de buena fe, lo que le impidió jugar durante todo junio. Cuando por fin quedó habilitado, Yllana —el técnico que lo había traído— ya había sido despedido.
Como si eso fuera poco, en esa misma semana, García sufrió un desgarro. Ya en agosto, con Martín Minella al mando, volvió a resentirse del sóleo y terminó dos meses inactivo. Su regreso se dio recién en septiembre, con Ezequiel Medrán en el banco, quien le dio la oportunidad de debutar.
El 2 de septiembre, García jugó sus primeros minutos con la camiseta de Colón en la derrota ante Defensores de Belgrano: ingresó en el segundo tiempo, disputó 28 minutos y fue amonestado. Su segunda y última aparición se dio dos semanas después ante Talleres de Remedios de Escalada, también entrando desde el banco, con otra amarilla en 27 minutos.
Un paso que resume el año de Colón
En total, Cristian García jugó solo 55 minutos en Colón, ambos partidos de visitante y nunca en Santa Fe. Un paso fugaz y desafortunado que refleja varios de los problemas estructurales que marcaron el año sabalero: errores de gestión, cambios de entrenadores y una racha interminable de lesiones.
Colón termina así una nueva historia que se suma a un 2025 para el olvido. Y Cristian García, el 5 que vino a ser solución, se va siendo apenas un nombre más en la lista de refuerzos que nunca pudieron demostrar su valor.
