Leonardo Carol Madelón vuelve a su casa. No importa cuánto tiempo pase, su nombre siempre aparece cuando Unión más lo necesita. Y esta vez, no fue la excepción. Con 62 años, y una historia de amor intacta con el club, el entrenador aceptó regresar para asumir su cuarto ciclo en el banco rojiblanco.
Madelón es más que un técnico para los hinchas de Unión. Es el conductor que los llevó a soñar, el que selló un ascenso inolvidable, el que devolvió la esperanza cuando parecía lejana. Bajo su mando, el Tatengue consiguió clasificar por primera vez en su historia a una copa internacional. La Copa Sudamericana 2019 quedó grabada en la memoria colectiva como uno de los grandes logros del club.
Madelón, un DT que siempre vuelve donde es feliz
Su forma de ser refleja lo que el pueblo de Unión siente: trabajo, humildad, lucha y corazón. Nunca fue de las palabras grandilocuentes; su manera de hablar siempre fue sencilla, pero cargada de verdad. Siempre defendió a los suyos, siempre creyó en este club como pocos.
«Me fui con la espina clavada, soñando con un Unión aún más grande», decía cada vez que recordaba su paso anterior. Hoy, el destino le da la oportunidad de cumplir esa cuenta pendiente. Madelón regresa con la misma pasión de siempre, con el amor incondicional que la gente nunca dejó de tenerle.
Un regreso que no necesita promesas
«Este equipo va a meter como loco y tiene que ganar», dijo en conferencia. Fiel a su estilo, directo y sin vueltas. Sabe que el hincha tatengue lo respeta porque nunca vendió humo. En sus ciclos anteriores dejó huellas imborrables: el ascenso de 2014, la consolidación en Primera y dos participaciones históricas en Sudamericana.
Hoy vuelve a un club diferente, con más exigencia, pero con la misma pasión. El desafío será levantar un plantel golpeado y darle forma a un equipo que entusiasme. Como él dice, el fútbol es simple. Y Madelón, más que nunca, está en su casa.
